El ejercicio de gobierno, empezando por el nivel local o municipal, va mas allá del ejercicio de potestades administrativas o de la administración de derechos. Como decía A. Tocqueville “Los municipios son a la libertad, lo que la escuela primaria es a la ciencia”; y es que en el nivel de gobierno local es donde se ejerce mas plenamente la participación ciudadana, ya sea a través de mecanismos como las revocatorias o el presupuesto participativo, o a través de los pedidos de rendición de cuentas o solicitudes de información.
Sin embargo, lo cierto es que las municipalidades aún evidencian su incapacidad económica e insuficiencia financiera para prestar servicios básicos, para atender el mantenimiento de la infraestructura elemental, para generar obras vinculadas al desarrollo, a lo que se suma la desarticulación de políticas con los Gobiernos Regionales y peor aún a la ausencia de una definición de las grandes políticas de Estado.
Existe pues una deficiente articulación institucional que se refleja en el manejo cotidiano de la agenda pública. La informalidad que durante años ha sido cosa cotidiana en los gobiernos descentralizados, ha dado origen a la desconfianza de la población y a excesivas reglas y controles en los procedimientos y en el manejo financiero. Reglas y controles que en muchos casos se han convertido en trabas burocráticas que obtienen como resultado que en muchas municipalidades y gobiernos regionales con inmensas cantidades de dinero producto del canon, no se hagan obras de envergadura, a pesar de la pobreza en la que esta sumida su población.
Hay un importante déficit en la planificación y en la ejecución presupuestaria; falta de profesionalización y debilidad en la burocracia estatal. La falta de atención al contenido político como institución de gobierno, ha marginado a un segundo plano la expresión democrática que debe plantear todo poder público; y es que el Estado, no es otra cosa que la sociedad políticamente organizada, es decir, el pueblo mas poder. La exclusión de la sociedad en las tareas de gobierno, ha generado obras sin liderazgo, obras aisladas producto de la presión de la población por sus cuotas de presupuesto y no articuladas a un Plan de Desarrollo Concertado.
El posicionamiento político e ideológico de los actores locales, no es un tema en agenda. La problemática local o el debate político no son ejes de articulación de esfuerzos o de toma de decisiones de la comunidad en la gestión pública. Ello obviamente, ha impedido visiones de mediano y largo plazo. Este liderazgo que permitiría la conducción de la comunidad hacia el logro de una visión, no compatibiliza la agenda y las prioridades de la comunidad con las decisiones de gobierno. Por supuesto lo que se obtiene como producto de esta exclusión es la deslegitimación del ejercicio del poder. Es decir una democracia mediatizada donde la gobernabilidad es aplastada por la legalidad. Es decir un gobierno para la burocracia y no para la comunidad. ¿Cómo revertir esta realidad?
lunes, 2 de febrero de 2009
CONTRA EL TIEMPO
He ganado Batallas Secretas en la vida; pero he perdido Guerras Abiertas en la oscuridad.
He luchado contra angeles y demonios; he resistido, no me desmoralizaron.
Estoy empecinado en vencer al Tiempo, aunque tenga que dejar el sexo entre las sabanas y el amor escondido en mi corazón.
He luchado contra angeles y demonios; he resistido, no me desmoralizaron.
Estoy empecinado en vencer al Tiempo, aunque tenga que dejar el sexo entre las sabanas y el amor escondido en mi corazón.
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