A diferencia de las elecciones en otras zonas de Europa, en los países nórdicos ha triunfado la izquierda; por primera vez en más de 60 años, la izquierda gobierna en los cinco países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia), señalados como los países más felices del mundo (ONU), y que han registrado durante décadas altos niveles de riqueza y bienestar social. Los nórdicos ven ahora el resurgimiento de la socialdemocracia basados en el llamado “modelo nórdico”, modelo promovido por los socialdemócratas que ha sido clave para el desarrollo del norte de Europa. Los hechos señalan que luego de la pandemia del Covid 19 ha ido creciendo la desigualdad, impulsando el regreso de la izquierda; pero cuando hablamos de izquierda, no hablamos de socialismo, los nórdicos están lejos de ser una economía socialista; estos países se desarrollan en una economía de mercado, son socialdemócratas, su característica es la colaboración social.
Los socialdemócratas nórdicos promueven un Estado de Bienestar, sustentados en la cooperación entre sindicatos, empleadores y el Estado. El trabajo conjunto entre estas tres fuerzas ha logrado buenos niveles de igualdad en los pueblos nórdicos; este modelo cobro fuerza luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa se sumió en una gran depresión económica y social. Por otro lado, debemos señalar que la socialdemocracia nórdica esta contra la privatización de algunos servicios de bienestar social; apunta que los beneficios sociales se han reducido y que no se debe privatizar toda la propiedad pública como promueve el neoliberalismo. En el sistema económico nórdico predomina el capitalismo mixto con intervención estatal y el liderazgo de los socialdemócratas.
Pero estos temas tienen sus variables de acuerdo a las políticas neoliberales aplicadas por la derecha en cada país; el déficit de viviendas y la segregación social en las escuelas de Suecia; el déficit en las prestaciones de salud en Finlandia; la gente que vive en la periferia de las ciudades noruegas reclama por el abandono del Estado del que han sido víctimas. Los resultados de estos gobiernos de derecha, han motivado este giro hacia la izquierda de las sociedades nórdicas; sobre todo de las nuevas generaciones y, esto es una crítica a las políticas neoliberales aplicadas por la derecha en estos países.
En este escenario, los ambientalistas y socialistas forman parte de un pequeño sector en la política nórdica. Con la socialdemocracia en estos países, tenemos la impresión de que las políticas ofertadas en la campaña seguirán una dirección en común: la reducción de impuestos para las familias de bajos y medianos ingresos, más presupuesto para los servicios de salud, entre otras medidas. Lo que está en debate al interior de la izquierda nórdica, es el tema migratorio y, aquí todavía no surgen coincidencias.
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